Estamos viviendo una revolución en materia de almacenamiento. Los sistemas de almacenamiento de energía son fundamentales para la transición eléctrica en América Latina porque permiten aprovechar de manera más eficiente el gran potencial renovable de la región, especialmente solar y eólico, cuya generación es variable e intermitente. Almacenando la energía cuando la producción es alta y liberándola en momentos de mayor demanda o menor disponibilidad, se fortalece la confiabilidad y flexibilidad de los sistemas eléctricos. Además, el almacenamiento contribuye a la integración de energías renovables a gran escala, reduce la dependencia de combustibles fósiles para el respaldo, mejora la resiliencia frente a emergencias y desastres naturales, y habilita nuevos modelos de gestión energética en comunidades aisladas o con acceso limitado a la red. ¿Cuál es la capacidad de almacenamiento actual que tienen los países de LAC? ¿Cuál es la ambición y las barreras para concretarla? ¿Qué instrumentos de política pública han demostrado ser exitosos para promover la incorporación de los sistemas de almacenamiento? La sesión busca dialogar sobre estas interrogantes y conocer las experiencias de los países líderes de la región en la materia.