La gestión flexible de la demanda se está convirtiendo en un pilar estratégico para fortalecer la resiliencia de los sistemas eléctricos en América Latina y el Caribe, especialmente ante la creciente penetración de energías renovables intermitentes. Herramientas como tarifas dinámicas, programas de respuesta a la demanda y políticas de eficiencia energética están transformando los patrones de consumo, reduciendo costos y apoyando los objetivos de descarbonización.
La implementación de estas estrategias requiere marcos regulatorios adaptativos, inversiones en tecnologías de medición avanzada y una coordinación efectiva entre reguladores, empresas eléctricas y consumidores. Esta sesión explorará las principales estrategias de gestión de la demanda, sus beneficios económicos y ambientales, y los desafíos regulatorios y tecnológicos para su adopción a gran escala. ¿Cómo puede la región acelerar la transición hacia un consumo eléctrico más flexible y sostenible sin comprometer la equidad y la asequibilidad energética?