El mercado de minerales críticos en América Latina y el Caribe representa aproximadamente US$ 180.000 millones, lo que equivale al 25% del mercado mundial. Los principales minerales incluyen el cobre, el mineral de hierro, el oro y la plata. La región cuenta con una producción sostenida y reservas significativas, pero enfrenta el riesgo de repetir el modelo extractivista del siglo XX, exportando materias primas sin capturar el valor agregado de las cadenas industriales, como baterías o autos eléctricos. Países como Chile y Argentina están implementando políticas para retener mayor valor, como la nacionalización parcial del litio y los incentivos a la manufactura local.
Para aprovechar plenamente el potencial de los minerales críticos y contribuir al desarrollo sostenible y la reducción de emisiones, es esencial coordinar políticas y estrategias regionales. Esto permitiría a la región no solo ser un proveedor de materias primas, sino también agregar valor localmente. La falta de coordinación regional y tecnologías propias limita este potencial, pero con esfuerzos conjuntos, la región podría avanzar hacia un modelo más sostenible y beneficioso para sus economías.