La Licencia Social en América Latina es esencial para la aceptación y aprobación de proyectos, especialmente en el sector extractivo. Este concepto intangible y dinámico refleja la alineación entre las expectativas sociales y la distribución de costos y beneficios entre los actores involucrados. Es un acuerdo social que evoluciona con las interacciones entre comunidades, gobiernos y empresas, destacando la importancia de la gobernanza, la justicia procesal y distributiva, y el nacionalismo.
La percepción de equidad y justicia por parte de las comunidades locales, junto con la calidad de la gobernanza, juega un papel central en la viabilidad y sostenibilidad de los proyectos. Fortalecer las instituciones gubernamentales y comprender las prioridades de las comunidades son pasos fundamentales para diseñar programas efectivos de involucramiento e información. En América Latina y el Caribe, la licencia social se ha convertido en un requisito crítico para el éxito de proyectos energéticos. A pesar del potencial de las energías renovables, la desconfianza histórica hacia las empresas y gobiernos sigue frenando iniciativas clave.
