La eficiencia energética en América Latina y el Caribe es fundamental para reducir la vulnerabilidad de los sistemas energéticos, mejorar el bienestar social y económico, y garantizar la asequibilidad de los servicios energéticos. Diversos estudios destacan que la eficiencia energética es una de las opciones más rápidas y costo-efectivas para reducir las emisiones de CO2 y fortalecer la seguridad energética. La región tiene un potencial de ahorrar al menos un 20% de su consumo de energía su consumo actual con solo utilizar dispositivos mas eficientes, sin embargo, muestra avances más lentos en comparación con otras regiones del mundo, lo que indica una brecha significativa para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible
Para mitigar el cambio climático, América Latina y el Caribe deben aprovechar su potencial de eficiencia energética. El ahorro energético no solo reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejoraría la competitividad de los sectores productivos y reduciría la dependencia de combustibles fósiles. La implementación de políticas públicas y programas de eficiencia energética es esencial para superar las barreras económicas, regulatorias y tecnológicas que dificultan el despliegue masivo de estas medidas